Afortunada reunión de talentos, con “My life in the Bush of Ghosts” (1981), David Byrne & Brian Eno crearon un collage sonoro que cimentó las bases de la música electrónica y el ambient modernos, utilizando elementos de la música africana, y desarrollando la moderna técnica del sampling, combinando, con técnicas rudimentarias y casi por azar, bases funk, transmisiones radiofónicas, recitados del Corán o predicadores evangelistas. Su sonido atemporal se mantiene fresco treinta años después de su grabación y es una bienvenida con todos los honores de Occidente a las músicas del mundo, demostrándonos una vez más, que la experimentación y la libertad creativa son garantía de éxito cuando no se atienen a reglas fijas.
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