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Y a ti también, amigo del último instante, que no habrás sabido lo que hacías. Sí: también para ti quiero este gracias y este «a-Dios» por ti previsto. Y que se nos conceda reencontrarnos, ladrones felices, en el paraíso, si así lo quiere Dios, Padre nuestro, tuyo y mío. Amén. Insh´allah.
Hay una forma de radicalidad que se encuentra en el sacrificio y la humildad; en el perdón no como actitud resignada, sino como fidelidad a unos ideales de vida. Estas son algunas de las tesis que nos transmite, desde la óptica católica, el film de Xavier Beauvois De dioses y hombres (Des hommes et des dieux, 2010), a propósito del dilema moral de una comunidad religiosa cisterciense en el contexto de los conflictos políticos y sociales ocurridos en Argelia durante los años noventa.
En unos días en los que se celebra la venganza -que no resuelve ni conforma sino que, a su vez, prepara una réplica más vengativa si cabe- en Café con Vistas debatimos en torno a una cierta contención airada. Además, en este caso, a los religiosos católicos de De dioses y hombres les acompañan en su particular revolución cotidiana: Maronda, Fra Filippo Lippi, Laura Nyro, T.S. Eliot o Paul Eluard.
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