Dirección: Mathieu Amalric
Guion: Mathieu Amalric, Philippe Di Folco, Marcelo Novais Teles y Raphaëlle Valbrune
Fotografía: Christophe Beaucarne
Montaje: Annette Dutertre
Interpretación: Mathieu Amalric (Joachim Zand), Miranda Colclasure (Mimi Le Meaux), Suzanne Ramsey (Kitten on the Keys), Linda Marraccini (Dirty Martini), Julie Ann Muz (Julie Atlas Muz), Angela De Lorenzo (Evie Lovelle), Alexander Craven (Roky)
Producción: Yaël Fogiel y Laetitia Gonzalez
Distribución: Avalon
Duración: 111 minutos
Estreno en España: 13 Mayo 2011
Sinopsis: Al cumplir los 40, Joachim Zand, productor de televisión parisino, lo abandona todo y se marcha a Estados Unidos para iniciar una nueva vida. Regresa a Francia acompañado de las New Burlesque, una compañía de mujeres voluptuosas que, como ellas mismas dicen, hacen shows de striptease que hombres y mujeres disfrutan por igual. Joachim les ha prometido una gira que concluirá a lo grande en un teatro de París. Para cumplir su promesa, deberá recurrir a todos aquellos que abandonó, lo que provocará la reapertura de viejas heridas del pasado.
(Sinopsis y ficha técnico-artística extraídas del press book de la película).
A propósito de la concepción y el rodaje del filme:
"Se trataba de un texto de Colette, The Other Side of Music-Hall, que llevaba tiempo acompañándome, el que de repente salió a la superficie. Eran una serie de notas escritas para un periódico, durante una gira, que fueron publicadas como una serie. Sketches brillantes de su vida como actriz. Una especie de pantomima escandalosa. Por aquel entonces, Colette tenía entre 33 y 39 años, e iba de pueblo en pueblo. “Corrimos al hotel, al agobiante vestuario, y hacia las cegadoras luces. Corríamos impacientes, cacareando como aves de corral, con la ilusión de vivir rápido, de ser dulces, de trabajar, de apenas pensar, de no cargar con lamentos, ni remordimientos, ni recuerdos..." Buscamos los equivalentes contemporáneos en el striptease, en la vida nocturna".
"Debíamos prepararnos para una gira de verdad. La cámara no sería suficiente para las chicas, necesitaban un cabaret. Dormiríamos en los hoteles en los que luego rodaríamos. De Le Havre a Rochefort, pasando por Nantes, hacíamos un espectáculo gratuito para todo aquel que firmara una autorización. De otro modo, nunca podríamos haber conseguido todos esos extras. Sólo teníamos dos horas y media para rodar cada secuencia, incluso las que incluían diálogos. Eso suponía una urgencia, una precisión que, paradójicamente, reforzó el drama. Todos los shows eran con público y la dirección se construyó en torno a eso. Había momentos extraordinarios, tantos que el primer montaje duraba 3 horas y 15 minutos. Y después de eso surgió una lucha entre el drama y el documental, con el editor Annette Dutertre. Y como era de esperar - a veces, aunque con remordimientos terribles - el drama, los personajes se convirtieron en la fuerza central".
(Entrevista a Mathieu Almaric publicada en la web Noticine).
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