En esta edición de Los Irreductibles hablamos de Karen Dalton, en su tiempo popular artista folk en la floreciente escena del Greenwich Village a principios de los años sesenta.
Reconocida por su singular voz y manera de interpretar las oscuras baladas del folklore norteamericano, su voz inconfundible y personalidad fascinó a los incipiente artistas que por aquellos días trataban de abrirse camino en los cafés y bares que frecuentaba la bohemia e intelectualidad de la ciudad de Nueva York en aquellos años, entre ellos Bob Dylan, Fred Neil o Dino Valente.
Únicamente registró dos discos en su carrera, que no tuvieron el reconocimiento ni éxito que sin duda merecía, y es solamente a partir de la pasada década que comienza a ser reconocida como una influencia fundamental por artistas como Joanna Newsom, Devendra Banhart o incluso Nick Cave, que la considera su cantante de blues favorita.
Voz única, carisma y principios irrenunciables, junto a una tormentosa biografía componen la compleja personalidad de esta artista irrepetible.
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